Primeros científicos de la historia
Los primeros científicos
El comienzo de la investigación científica en la Antigüedad se remonta a los siglos VI y V a. C.. No podemos hablar de Ciencia tal y como se la conoce actualmente, pero sí constatamos la presencia de investigadores que se preguntaban el porqué de todo lo que les rodeaba.
ARISTÓTELES
Aristóteles fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
Platon
fue un filósofo griego seguidor de Sócratesn. 2 y maestro de Aristóteles.4 En 387 fundó la Academia,5 institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos añosn. 3 y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.
Arquimedes
Fue un físico, ingeniero, inventor, astrónomo y matemático griego. Aunque se conocen pocos detalles de su vida, es considerado uno de los científicos más importantes de la Antigüedad clásica. Entre sus avances en física se encuentran sus fundamentos en hidrostática, estática y la explicación del principio de la palanca. Es reconocido por haber diseñado innovadoras máquinas, incluyendo armas de asedio y el tornillo de Arquímedes, que lleva su nombre. Experimentos modernos han probado las afirmaciones de que Arquímedes llegó a diseñar máquinas capaces de sacar barcos enemigos del agua o prenderles fuego utilizando una serie de espejos.
Pitagoras
fue un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría, la aritmética, derivadas particularmente de las relaciones numéricas, y aplicadas por ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música o a la astronomía. Respecto a la música, sus conceptos de I, IV y V, fueron los pilares fundamentales en la armonización griega, y son los utilizados hoy en día.
Relacion entre ciencia y iglesia
En el imperio romano los padres de la iglesia ignoraron la filosofía o las ciencias, aceptando solo la medicina y la astronomia Los mismos padres defendieron su fe usando la razón y el conocimiento científico de la Grecia Clásica contra los paganos, las herejías y para la elucidación de las escrituras, preservando y transmitiendo esto durante el período de caos y violencia del primer siglo del cristianismo.
Durante la posterior caida del impero romano la iglesia fue la que mantuvo lo que quedó de fuerza intelectual, especialmente a través de los monasterios y abadías que se dedicaron a proteger el legado cultural del Mundo Clásico.
Hablar sobre las implicaciones de la ciencia para la teología en una reunión científica parece romper con un tabú. Pero quienes piensan de este modo están desactualizados. Durante los últimos 15 años este tabú ha sido removido, y al hablar de la interacción de la ciencia con la teología en realidad me muevo con una corriente.
LA CIENCIA EN EL SIGLO XVIII
ILUSTRACIÓN Y RACIONALISMO
Gracias al movimiento científico iniciado por Newton y Leibniz se incrementó en el que estudiamos ahora, y se vio aumentado y recompensado con espléndidos hallazgos y descubrimientos.
La sociedad europea gustó del tabaco, el café y el cacao. Es el tiempo del rapé, del té, de las reuniones más o menos cortesanas, más o menos intelectuales, del ingenio y de la sutileza. Habían sido derribadas muchas creencias y se toleraba al hombre descreído e incluso al ateo.
La Ciencia, con mayúscula, era el tema de muchas conversaciones. La Tierra se había empequeñecido un poco, a pesar de ensancharse considerablemente el mundo conocido. Los grandes viajes de que luego se hablará dieron a conocer Australia, casi todas las islas del Pacífico, y se abrieron los misterios de la India y el Extremo Oriente. Estos hechos produjeron cierta desmoralización y un considerable escepticismo.
La moral y la fe se vieron sustituidas por la Razón y la Ciencia, lo cual no impedía que se viviera una existencia en algunos casos algo frívola. El refinamiento de las clases altas, debilitado en gran manera el concepto cristiano de caridad, permitió que fuese compatible con la miseria de las clases inferiores. Los primeros balbuceos de la gran industria habían de aumentar las privaciones de los humildes.
Todos estos hechos preparaban la revolución que tendría lugar en Francia a fines de este siglo. El marqués de Laplace (1749-1827) expuso su famosa teoría de la formación de los planetas, según la cual éstos se habían originado al desprenderse sucesivamente de la masa solar en ignición y dotada de un movimiento rotatorio.
Edmundo Halley (1656-1742) fue un insigne astrónomo que estudió los cometas y dio nombre al más famoso de los que son periódicos. Bradley llegó a medir el diámetro de Venus. Herschell perfeccionó el telescopio y descubrió el planeta Urano.
Las Matemáticas encontraron en Monge, creador de la Geometría Descriptiva, un gran continuador de Leibniz y Newton. Lagrange estudió la metafísica de las funciones; Euler perfeccionó el cálculo infinitesimal, y D’Alembert aplicó las Matemáticas a la Dinámica.
La Física experimentó un avance considerable. El termómetro se perfeccionó gracias a Farenheit, Réaumur y Celsius, que idearon tres escalas de valoraciones distintas.
En el siglo XVIII se realizan los primeros grandes experimentos para el estudio de la electricidad. Benjamín Franklin, que fue un gran político, filósofo y científico, distinguió la electricidad positiva y la negativa. Son famosos sus experimentos que le llevaron a la invención del pararrayos en 1752.
Volta, siguiendo los experimentos de Galvani ideó la primera pila eléctrica compuesta de círculos de cinc y de cobre, aislados por un paño embebido en ácido sulfúrico diluido. Por el hecho de colocar los sucesivos discos metálicos uno encima de otro vino la denominación de <pila», con que aún se conoce.
Por fin, la Química, liberada completamente de la fase alquimista, encontró las primeras grandes figuras que le dieron una estructura científica. Boyle había explicado los cambios experimentados por los gases gracias a su constitución atómica. Antoine Lavoisier (1743-1794) descubrió y aisló el oxígeno y estudió la combustión.
Según él, en el Universo «nada se crea ni nada se destruye, todo se transforma». Murió guillotinado por la Revolución Francesa, que no supo distinguir su condición de hombre de ciencia por encima de su título de nobleza.
El conocimiento de la Naturaleza tuvo en Linneo y Buffon sus máximas figuras.
Karl von Linneo (1707-1778) era sueco y fue llamado <el Newton de la Botánica». Su aportación a las Ciencias Naturales fue la sistematización y ordenación de una serie de conocimientos inconexos. En su clasificación botánica se basó en los órganos reproductores de las plantas, en la flor y similares. Luego, tanto a animales como a vegetales les dio un nombre genérico (<Canis», por ejemplo) y un nombre especifico («Lupus»), que permiten reconocer cada especie (“Canis lupus” sería el lobo).
El conde de Buffon (1707-1788) fue el director del Jardín Botánico de París. El fruto de sus largas observaciones sobre la vida y la clasificación de las plantas las reunió en 44 volúmenes titulados Historia Natural.
En Medicina es notable la aparición de la vacuna. En 1796, Edward Jenner (1749-1823), médico inglés, observó que los muchachos dedicados a ordeñar vacas no sufrían los efectos de la viruela. En cambio, vio que presentaban unas ulceraciones en la mano.
Este hecho le llevó a descubrir la inmunidad, es decir, que las ulceraciones casualmente provocadas en sus manos creaban unas sustancias que una vez en la sangre constituían defensas contra la viruela. De este modo se inició la vacunación que debía abrir grandes perspectivas para la salud de la Humanidad.
LAS MATEMÁTICAS
Euler LeonhardEn los comienzos del siglo xvm se extinguió la vida de dos de los más insignes matemáticos que hayan existido: Isaac Newton, (inglés, 1642-1727) y Guillermo Leibniz (alemán, 1646-1716); ellos dejaron considerable número de discípulos, como los suizos Leonardo Euler (1707-1783) y Jacobo y Juan Bernoulli.
Pero el matemático del siglo fue José Luis Lagrange (1736-1813), que nació en Turín y pasó casi toda su vida, hasta su fallecimiento, en París. El mérito sobresaliente de su mente excepcional consistió en haber creado y perfeccionado nuevos métodos de cálculo (infinitesimal, integral, de probabilidades) necesarios para el desarrollo de las ciencias.
EL AIRE Y LA COMBUSTIÓN
En el siglo XVIII ya era experiencia confirmada que la combustión, en general, no podía efectuarse sin la presencia de aire, del cual sólo utilizaba una parte. Faltaba, sin embargo, conocer el modo de descomponer el aire y aislar el oxígeno, para comprender perfectamente el proceso de la combustión.
Ante esta incertidumbre, el médico y químico alemán Jorge Ernesto Stahl (1660-1734) emitió su teoría del “flogisto”, según la cual las sustancias combustibles contenían un “principio ígneo” llamado flogisto.
Al arder, la sustancia se descomponía, desprendiéndose de ella el flogisto, que quedaba liberado en el aire bajo la forma de fuego. Un cuerpo ardía mejor cuanto mayor cantidad de flogisto tenía. Como prueba se aducía este caso: si se calentaba plomo, éste perdía flogisto. Y luego, si el residuo de su combustión (litargirio) se volvía a calentar con carbón u otro combustible, se formaba otra vez plomo. Según Stahl, esto era debido a que parte del mucho flogisto desprendido del carbón se combinaba con el litargirio,
Sin embargo, esta teoría, tan verosímil en su época, planteaba insolubles interrogaciones. ¿De qué naturaleza era el flogisto? ¿Por qué la combustión —si sólo consistía en un desprendimiento de flogisto— no podía efectuarse en el vacío? ¿Cómo podía ser que si 100 gramos de plomo “perdían” flogisto con el calor, el litargirio resultante pesara 107 gramos? Problema inesperado, como se ve…
LOS GASES
En 1727 Esteban Hales halló la manera de recoger los gases desprendidos de distintas sustancias; técnica que perfeccionaron Cavendish y Priestley. Enrique Cavendish, en 1776, estudió el “aire fijo” (anhídrido carbónico) y el “aire inflamable” (hidrógeno). Y José Priestley descubrió en 1774 el oxígeno, que por otra parte obtuvo también Carlos Guillermo Scheele.
Estos adelantos en el estudio de los gases no liberaron, sin embargo, a la Química de la falsa teoría del “flogisto”. El mismo Priestley creía que el oxígeno era una especie de aire con poco flogisto, que por consiguiente se apoderaba de él, en contacto con sustancias inflamadas, avivando su combustión en ciertas condiciones físicas.
LAVOISIER DESTRUYE EL FLOGISTO Y CREA EL ANÁLISIS QUÍMICO
Desechando principios hipotéticos, Antonio Lorenzo Lavoisier (1743-1794) fundó una nueva química experimental basada en la composición y descomposición de sustancias. Así pudo verificar que el oxígeno es una parte del aire y que las sustancias inflamadas se combinan con el oxígeno, motivo por el cual aumentan de peso (1777).
También descubrió que el agua es un compuesto de hidrógeno y oxígeno. Y restableciendo la tesis de Boy. le, según la cual debían ser consideradas como elementos todas aquellas sustancias que no pudieran descomponerse en otras más simples, compuso en 1789 una tabla de 33 elementos químicos, de los cuales 25 siguen siendo considerados hasta la actualidad como sustancias simples.
Lavoisier fue guillotinado en 1794 por sus vinculaciones con el régimen depuesto por la Revolución Francesa. Pero el análisis químico por él creado siguió progresando. Y por él pudo verificarse la proporción en que se encuentran los elementos en las sustancias compuestas, de donde se derivaría la teoría atómica de Dalton, base del moderno estudio de la Química.
LA FÍSICA
La ciencia que inicialmente obtuvo mayores ventajas de los descubrimientos matemáticos fue la Física. Pero, posiblemente, la gloria mayor de este siglo no consiste tanto en los Galileo Galiliedescubrimientos realizados, sino en el hecho de que los estudiosos demostraron haber comprendido cuál era el método que debían seguir en sus investigaciones: no pretendieron ya descubrir y explicar las leyes naturales mediante largos razonamientos filosóficos, sino que se dedicaron al estudio de la naturaleza misma, indagando los fenómenos, clasificándolos y tratando de reproducirlos, con experimentos, en sus laboratorios.
Con este método se investigaron las leyes de la mecánica (continuando los estudios iniciados por Galileo), de la dinámica y de la óptica (continuando las investigaciones sobre la refracción de la luz realizadas por Newton) En 1738 se midió por vez primera la velocidad del sonido.
En 1742 el sueco Andrés Celsio (1701-1744) estableció el “grado centígrado”. Finalmente, en 1790, la Academia de Ciencias de Francia propuso una nueva unidad de medida lineal: el metro. Relación particular merece una nueva rama de la Física, que sólo desde el siglo XVII había comenzado a atraer la atención de los estudiosos: la electricidad
“EL ELECTRICISMO”
Resulta acorde con el siglo XVIII y su ambiente intelectual, que durante su transcurso se comenzaran a observar y estudiar intensamente las manifestaciones de la electricidad.
El interés de todos por los extraños fenómenos del “electricismo”, como entonces se lo llamaba, era enorme. Durante todo el siglo, el entretenimiento predilecto de quienes tenían interés en mostrarse al tanto de las maravillas del progreso fueron las experiencias con la electricidad.
Físico, Galvani LuisLa ilustración representa a un muchacho levantado y separado del suelo por medio de cuerdas aislantes y puesto en contacto con un generador de electricidad: se encuentra en condiciones de atraer ligeros trozos de papel y, de sus manos, al contacto con otra persona, brotan chispas, sin que el sujeto de la experimentación sufra molestia alguna.
La experimentación permitió deducir que hay sustancias conductoras y no conductoras de la electricidad. Dufay (1689-1739) estudió la electrización por fricción; y Benjamín Franklin (estadounidense, 1706-1790), inventor del pararrayos (1752), distinguió una electrización positiva y otra negativa.
En 1780, el italiano Luis Galvani (1737-1798) observó que si a una pata aislada de rana se le aplica electricidad el músculo se contrae; y que el contacto de varillas metálicas producía un efecto similar. Con estas y otras observaciones propias, Alejandro Volta (italiano, 1745-1827) inició los estudios que culminó con la construcción de la pila eléctrica.
LA TÉCNICA
Al lado de la ciencia pura, también la técnica realizó pasos de gigante durante este siglo. Se suele decir que el siglo XIX fue “el de los grandes inventos”: la locomotora (Stephenson, 1829), la nave de vapor (Fulton, 1807), ¡a fotografía (Daguerre, 1816), el telégrafo (Morse, 1837), el motor de explosión (Barsanti, 1853), el dirigible y muchos otros, sin duda, son inventos realizados durante el siglo XIX.
Pero, tales realizaciones se basaron en una larga serie de estudios y experiencias hechos, en su mayor parte, en el curso del siglo precedente. Si el XIX fue un siglo de invenciones, podemos decir que el XVIII fue un siglo de intensa y activísima investigación.
Si honramos a Stephenson, a Fulton y a otros, como “padres” de tantas creaciones útiles, merecen también ser recordados aquellos que, con todo derecho, podrían ser llamados los “abuelos” de tales invenciones. Tal el caso, por ejemplo, del inglés Tomás Newcomen (1163-1729), inventor de una máquina precursora de las de vapor.
1707. Dionisio Papin, que descubrió la fuerza expansiva del vapor de agua, hace la experiencia de aplicarla a una lancha, con la cual logra navegar en el río Fulda. Lamentablemente, los barqueros, temerosos de la concurrencia, se la destruyeron. En los decenios siguientes se hicieron otras distintas tentativas; finalmente, en 1788, el estadounidense Juan Fitch logró realizar varios viajes con una lancha movida por el vapor; lo hizo entre Filadelfia y Burlington, llevando una treintena d pasajeros. Quedó así confirmado el éxito de la experiencia.
1770. El lorenés Nicolás José Cugnot construyó un ro de tres ruedas con propulsión de vapor. En este vehículo, el movimiento de las ruedas era transmitido medio de pistones. Pero el vehículo resultó tan rudimentario y difícil de gobernar que toda utilización práctica pareció imposible. Una máquina de vapor ante más perfeccionada logró construir, en los últimos años del siglo, el inglés Ricardo Trevithick: es considerado por los técnicos actuales como el primer tractor de una verdadera locomotora.
Primer auto antiguo a vapor
1727. J. H. Schultze comprobó que el nitrato de plata, expuesto al aire, se ennegrece por acción de la luz. El francés Alejandro Charles, en 1780, obtuvo, mediante el uso de esta sal, la primera imagen fotográfica.
1753. El escocés Carlos Marshall estudió la posibilidad de usar la corriente eléctrica para transmitir señales a distancia: supuso necesario el uso de un hilo para cada letra del alfabeto. Un aparato basado sobre este principio fue construido, en 1760, por e! suizo Jorge Luis Lesage.
1784. Casi simultáneamente, en Francia e Inglaterra, se llevan a cabo las primeras ascensiones aéreas en globos inflados con hidrógeno. La primera ascensión, en Inglaterra, se debe al italiano Vicente Lunardi; la efectuada en Francia fue hecha por los. hermanos Charles.
Globo inflado con hidrógeno
1782. El inglés Jaime Watt (1736-1819) introduce importantísimas mejoras en la máquina de vapor: ella adquiere así tai solidez y eficiencia que, empleada en la industria como productora de fuerza motriz, será la causa principal de la transformación industrial verificada a comienzos del siglo XIX.
Biologia en el siglo xix
La biología se transformó en una ciencia moderna, diversos biólogos prestaron especial atención a seres microscópicos llamados bacterias y realizaron grandes descubrimientos.
Se realizaron numerosos estudios de anatomía comparada en los que se intentaron percibir las similitudes existentes entre diversos animales.
Tras el asenso de la genética clásica muchos biólogos incluyendo una nueva ola de físicos en la biología, pusieron a la interrogante del gen y de su naturaleza física.
Personajes Importantes XIX
Luis Pasteur: pudo comprobar que la enfermedad que atacaba a los gusanos de seda en Francia era causada por una bacteria y perfeccionó métodos por medio de los cuales se podía proteger al gusano. También hizo la vacuna antirrábica.
Gregor Johann Mendel estableció los principios que gobiernan la herencia de los caracteres específicos.
Charles Darwin: quien explicó que en la naturaleza había un proceso de selección natural, basado en una continua lucha entre las diferentes plantas y animales por un sitio donde vivir.
Edward Tyson: es considerado uno de los fundadores de la anatomía comparada. En 1698 practica la disección de un chimpancé..
James Watson recibió el premio nobel de Fisiología y Medicina en 1962 por el descubrimiento de la estructura molecular en doble hélice del ADN y por sus significado como molécula transmisora de la herencia.
Aleksandr Oparin Fue un biólogo y bioquímico soviético que realizo avances científicos con respecto al origen de la vida en la tierra. fue miembro de la academia de ciencias soviéticas.
Ciencia en el siglo xx
Durante el siglo XX los avances científicos y técnicos han cambiado radicalmente la vida cotidiana de las personas. La ciencia, sobre todo la Física, tuvo un avance espectacular a comienzos de siglo con las teorías de la mecánica cuántica. A partir de la segunda guerra mundial, y aún antes, la aplicación práctica de esas teorías a las máquinas y a las tareas, tradicionales o nuevas, han cambiado radicalmente la vida cotidiana de la gente.
Esta aplicación tecnológica ha proporcionado confort, en el hogar, el trabajo y los lugares públicos, facilitando tiempo de ocio para dedicarlo a otras cosas.
La revolución científica que permite todos estos avances tecnológicos es la mecánica cuántica, el estudio de la luz y la energía, la discusión entre si los elementos subatómicos son ondas o partículas, o ambas cosas a la vez.
Pero la cara de la vida cotidiana de las personas empieza a cambiar mucho antes, cuando la industria comienza a fabricar masivamente bienes de consumo, el nivel de renta se eleva en los países desarrollados y la gente puede acceder a estos bienes; gracias a la creación de un mercado nacional e internacional, que permite abaratar los precios de las cosas por el descenso de los costes de los fletes de transporte.
Física
Comienza a principios del siglo XX, cuando el alemán Max Planck investiga sobre el “cuanto” de energía. Planck decía que eran partículas de energía indivisibles, y que éstas no eran continuas como decía la física clásica. Por ello nace esta nueva rama de la física, que estudia las manifestaciones que se producen en los átomos, los comportamientos de las partículas que forman la materia y las fuerzas que las rigen. Se conoce, generalmente, por estudiar los fenómenos que se producen a la velocidad de la luz o valores cercanos a ella, o cuyas escalas espaciales son del orden del tamaño del átomo o inferiores.
Los temas anteriormente tratados de la física clásica no servían para resolver los problemas presentados, ya que estos se basan en certezas y la física moderna en probabilidades, lo que provocó dificultades para adaptarse a las nuevas ideas.
Matemáticas
El siglo XX vió como las matemáticas se conconvierten en una profesión importante. Cada año, se concedían miles de nuevos doctorados en matemáticas, y había puestos de trabajo disponibles en la enseñanza y la industria. En siglos anteriores, hubo pocos matemáticos creativos en el mundo. En su mayor parte, fueron matemáticos de familias adineradas, como Napier, o apoyados por ricos mecenas, como Gauss. Unos pocos, como Fourier, con escasos medios de subsistencia se ganaban la vida con la enseñanza en las universidades. Niels Henrik Abel, incapaz de obtener una posición, murió en la pobreza, de desnutrición y tuberculosis a la edad de veintiséis.
Química
El progreso de las demás ciencias ha dependido del desarrollo de la mecánica cuántica. Gracias a ella la Química a comprendido la naturaleza de los enlaces químicos. Dimitri Ivanóvich Mendeléiev en 1869 y Julius Lothar Meyer en 1870 establecen la clasificación periódica de los elementos. Esto a permitido la aparición de materiales nuevos, como los plásticos (Chrístian Schoebein, 1845), los disolventes, anticongelantes, derivados del petróleo, medicinas, la síntesis de las vitaminas y los componentes de diversos productos, la fotografía, etc. En 1902 Arthur D. Little, William H. Walter y Harry S. Mark, inventan el rayón, la primera fibra artificial. En 1908 Jaques Edwin Brandenburger inventa el celofán. En 1909 Leo Baekeland inventa la baquelita. En 1913 Friedrich Karl Bergius inventa la gasolina sintética. En 1916 se consiguen en Alemania los primeros detergentes artificiales. En 1935 Wallace Hume Carothers inventa, para la Du-Pont, el nailon. Y en 1939 Paul Miuller inventa el DDT, el primer insecticida que se usará de manera masiva en los comienzos de la revolución verde.
Medicina En el siglo XX se han vencido muchas enfermedades infecciosas gracias a las vacunas, los antibióticos y la mejora de las condiciones de vida. El cáncer se ha convertido en una enfermedad frecuente, pero muchas formas de la enfermedad se pueden combatir con eficacia debido al desarrollo de numerosos tratamientos. En este siglo también se han iniciado investigaciones básicas sobre los procesos vitales. Se han realizado importantes descubrimientos en muchas áreas, en especial en lo que concierne a la base de la transmisión de defectos hereditarios y a los mecanismos físicos y químicos de la función cerebral.
Biologia
A principios del siglo XX el conocimiento básico de la estructura celular permitió establecer las bases citológicas de los fenómenos hereditarios al comenzar a interpretarse los datos de la genética por medio del comportamiento de los cromosomas. Thomas Morgan, psicólogo y científico americano, y sus colaboradores dieron a conocer sus trabajos sobre la teoría cromosómica de la herencia, donde señalaron como se establece la ubicación de los genes o factores hereditarios en los cromosomas y sus relaciones recíprocas.
Es aquí donde se consolidan y desarrollan los aspectos químicos de la fisiología que llegaron a constituir una rama autónoma de la bioquímica.
La era de la biología molecular se inició en 1953 con el descubrimiento de la biología molecular del ADN por parte de F. Crick y J. Watson. Esta invención estuvo precedida por la invención del microscopio, lo que supuso otro gran avance para la evolución de la Biología.
Ciencia y filosofia del siglo xix
Atravesamos una época en la que la industria y la técnica son las actividades humanas dominantes. Estas prácticas generan la aparición de un tipo de profesional “experto” que tiende a convertirse en el más útil para el sistema económico dominante. Así, el hiperespecialista, es el profesional que posee un gran dominio de un sector muy reducido del conocimiento (científico, técnico o artístico). Esta situación deriva en una atomización del conocimiento y una imposibilidad de los profesionales para comprender problemáticas distintas a las de su interés individual.
Una de las consecuencias negativas de la disgregación del saber es la conformación de lenguajes especializados. Por ello, en la primera mitad del presente siglo el llamado fisicalismo pretendió, bajo el liderazgo del famoso filósofo Carnap, dar unidad a la ciencia tratando de construir un lenguaje científico universal mediante la publicación de su Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada, experiencia que resultó fallida.
Los antiguos sabios griegos y, más tarde los enciclopedistas de la Revolución Iluminista del siglo XVIII, consideraron a la Filosofía como “ciencia de las ciencias”. Luego, algunos movimientos buscaron la unificación del saber o lo que hubiera de común entre las ciencias. A comienzos de la Edad Moderna se pretendió lograr tal objetivo sosteniendo que las ciencias matemáticas debían ser el vínculo entre todas las disciplinas, basándose en un criterio de “cientificidad” regido exclusivamente por las leyes de las ciencias exactas. Destacados representantes de esta tendencia fueron personalidades como Galileo Galilei (1564-1648), Inmamuel Kant (1724-1824) y Augusto Comte (1798-1857).
Recientemente se ha pretendido encontrar el elemento unificador de las ciencias en el método, como Karl Popper. Sin embargo, la imposibilidad de comunicación entre científicos debería conducir a la búsqueda de estrategias para comprender mejor el mundo y lograr la unidad de la cultura –es decir, de la ciencia, la tecnología, el arte y la educación–, así como también su vinculación con otros sectores de la sociedad (la economía, la política, el medio ambiente, etc.) y a la aprehensión de estrategias válidas para lograr la formación de profesionales distintos: seres humanos capaces de combinar habilidades generales y metodológicas sobre una disciplina con el saber actualizado, de fronteras y con visión contextualizada del mundo, la sociedad y la ciencia. Estos seres deberán ser conscientes de laimposibilidad de resolver problemas sociales mediante visiones parciales o unidisciplinarias (Cfr. Morles, 1999).
Hacia un nuevo contrato epistemológico: la transdisciplinariedad A través del tiempo aparecieron metodologías, enfoques o filosofías que, con diferentes grados de generalidad, trataron de aportar nuevos instrumentos para comprender la realidad. Propuestas globales como el estructuralismo, el existencialismo, el pragmatismo, el neoliberalismo, la religiosidad (fundamentalista, oriental o revisionista) y el posmodernismo; o aportes de menor alcance como el análisis de sistemas, la multidisciplinariedad y la interdisciplinariedad, y más recientemente, el pensamiento complejo, el holismo y la transdisciplinariedad.
Linea de Tiempo
https://prezi.com/p/cpheob_gg1is/
Referencias
https://es.wikipedia.org
http://www.reasonablefaith.org/spanish/Cual-es-la-Relacion-entre-la-Ciencia-y-la-Religion
https://historiaybiografias.com/ciencia_sxviii/
http://enciclopedia.us.es/index.php/Historia_de_la_ciencia_en_el_siglo_XX
https://prezi.com/view/vvc4O6ZqngVgMyXalzVv/
http://maralboran.org/wikipedia/index.php/Las_matem%C3%A1ticas_en_el_siglo_XX
http://enciclopedia.us.es/index.php/Qu%C3%ADmica_en_el_siglo_XX
http://members.tripod.com/nico_3.mx/msxx.html
http://www.mailxmail.com/curso-claves-historia-biologia/biologia-siglo-xx
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